Sabés que querés emprender.
Lo sentís, lo pensás, lo imaginás… pero cuando te preguntás “¿y qué podría hacer?”, la mente se llena de ideas sueltas o directamente se queda en blanco.
Tranquilo/a. Le pasa a más personas de las que pensás.
En este artículo te damos una guía corta, simple y accionable para ayudarte a descubrir qué podés emprender hoy, sin necesidad de tenerlo todo claro ni perfecto.
1. Antes de elegir la idea, elegí el enfoque
Antes de buscar “ideas de negocio”, tenés que definir desde dónde querés emprender.
Preguntate esto:
-
¿Quiero vender algo propio o revender?
-
¿Me interesa trabajar con personas, productos físicos o servicios digitales?
-
¿Quiero algo que me apasione o algo que sea rentable y ya?
👉 Elegir tu enfoque te ahorra semanas de confusión.
2. 3 preguntas clave para descubrir tu idea
Respondé estas preguntas con sinceridad (puede ser por escrito o mentalmente):
-
¿Qué cosas sabés hacer bien? (aunque no tengas título)
-
¿Qué cosas te gusta hacer o hablar, incluso sin que te paguen?
-
¿Qué tipo de problemas te consultan otras personas?
Donde se cruzan tus habilidades, tus gustos y lo que otros necesitan, suele haber una idea de negocio.
3. ¿Y si tengo muchas ideas? ¿O ninguna?
✔️ Si tenés muchas ideas:
Elegí solo una y ponela a prueba.
La acción te da más claridad que seguir pensando.
✔️ Si no tenés ninguna:
Probá responder estas 3 preguntas:
-
¿Con qué tipo de personas me gustaría trabajar?
-
¿Qué resultados me gustaría ayudar a conseguir?
-
¿En qué plataformas paso más tiempo (y podría generar contenido o vender)?
Emprender también se construye explorando.
4. ¿Y si quiero una idea personalizada sin romperme la cabeza?
En Qorimin creamos un servicio pensado justo para esto:
👉 ¿Qué puedo emprender? – Descubre tu idea ideal en 5 minutos
¿Cómo funciona?
✔️ Te hacemos unas preguntas por WhatsApp
✔️ Recibís 1–2 ideas de negocio alineadas con tu perfil
✔️ Te damos un nicho sugerido y el primer paso para comenzar
Rápido. Personalizado. Sin humo.
5. Lo más importante: empezar
No necesitás tener la idea perfecta, ni saber todo desde el principio.
Lo que necesitás es empezar con algo alineado contigo, probarlo, aprender y ajustar en el camino.
El camino se aclara andando. Y si lo caminás con claridad, mucho mejor.




